Nacho Aguayo nace en Madrid en 1979. Desde pequeño siempre quiso ser diseñador, y en sus primeros dibujos del colegio ya se podían intuir esbeltos figurines. El primer recuerdo que le vincula con el amor por la moda es su madre, que era azafata, y verla vestida de forma tan elegante con su uniforme, hizo que su pasión por la moda creciera sin medida.

Su cualificada carrera y su demostrada experiencia como diseñador, le ha brindado muchas oportunidades y retos profesionales.
“La mujer Pedro del Hierro es una mujer multidisciplinar, preocupada por su imagen sin estar atada a las tendencias y convencionalismos y con una personalidad que se ve reflejada en las prendas que luce.”
La colección que presentamos para la primavera-verano 18 se caracteriza por siluetas de cintura marcada, con faldas midi, pantalones palazzo o monos, así como por sus colores, entre los que destacan los granates, terráceos, beiges, caquis, verdes pato y toques naranjas o lilas. En contraposición, un solo estampado con flores selváticas llevadas a tonos oscuros.

Los accesorios también marcan la diferencia, tres modelos de zapatos en distintas variaciones y la reaparición del bolso icónico de la firma.
Alex Miralles nace en Barcelona en 1971. Desde siempre ha sentido una especial atracción por el mundo de la moda y, junto a esto, su gran condición de persona autodidacta le ha permitido crecer y aprender de los más grandes. Ha desarrollado su carrera trabajando para firmas muy prestigiosas, alcanzando un gran reconocimiento profesional y proyección internacional.

Su objetivo como diseñador es que los hombres se sientan bien vestidos en cualquier ocasión, sin perder la elegancia, el buen gusto y su personalidad.
“Cuando veo a un hombre vestido de los pies a la cabeza y que sabe defender un buen look disfruto, porque defiende el trabajo que un diseñador ha realizado con cariño. Buscamos hacer colecciones reconocibles más allá de la temporalidad.”
La colección para el hombre se caracteriza por una línea con siluetas ligeras, relajadas, funcionales, con bolsillos de aire militar, pantalones con pinzas y camisas con cuellos diferentes. Los colores, en simbiosis con la colección de mujer, destacan por su aire otoñal, atemporal y sofisticado. Los caquis y beiges se entremezclan con tonos terráceos y granates que encuentran su contrapunto en los tonos naturales, aportando a su vez un toque de neutralidad. De nuevo, un único estampado, el “Dark floral print”. En los accesorios, dos protagonistas, el mocasín y el blucher clásicos de la firma.